MOVIMIENTOS E INSTITUCIONES PROMOTORES DE LA UNIDAD RELIGIOSA

MOVIMIENTOS E INSTITUCIONES PROMOTORES DE LA UNIDAD RELIGIOSA

A. Movimientos.

1. El Movimiento Ecuménico.

La palabra “ecumenismo” ha cambiado su significado, y ahora el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) lo usa no con el significado de simple hermandad entre las diferentes denominaciones cristianas, sino de hermandad con toda la raza humana.

El fallecido millonario publicista socialista británico, Sir Victor Gollancz, quien fue expulsado del Partido Laboralista (socialista) por su pro comunismo en 1939, pero después vuelto a admitir, dijo esto en la siguiente forma en 1948: “La meta final debería ser que el judaísmo, el cristianismo y todas las otras religiones desaparecieran, para dar lugar a una gran religión ética mundial: la hermandad del hombre”. (5)

Al escuchar argumentar sobre ética y moral a connotados propulsores del movimiento ecuménico uno se pregunta ¿de qué ética y moral hablan? Por el estilo de vida de muchos de sus adherentes concluimos, que se trata de una ética pragmática y relativista, en donde el fin justifica los medios y donde no existen valores absolutos; pero nunca de la ética y moral bíblica.

Tomemos como una breve referencia la ética y la moral de la Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM), fundada en Estados Unidos en 1968 por Troy Perry, con el propósito de integrar a la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT). La conformación de esta institución, lamentablemente llamada “cristiana” y que no requiere comentario de los valores morales que cultivan. Aducen ser una fraternidad cristiana con 250 iglesias en 23 países.

La Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM) actualmente está liderada por la obispo Nancy L. Wilson, como tal, participó de la 9na. Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) realizado en Porto Alegre, Brasil en febrero del 2006. En su sermón expresado el 20 de febrero habló a más de 4000 participantes provenientes de 347 países. Enfatizó sobre “salvación” y “libertad”, de la necesidad de apoyo de las demás iglesias, frente a la discriminación y homofobia y del VHI/Sida de parte de los “incomprensibles.” Felicitó y agradeció a Samuel Kobia, actual Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias por alentar el diálogo sobre la sexualidad humana, como un acto de valor y esperanza que a la FUICM les está dando. (6)

Es posible observar de cómo la Iglesia Mundial se va formando ante nuestros propios ojos. Vemos la osadía infernal de teólogos y pastores homosexuales como tuercen las Sagradas Escrituras para sus propios intereses; y, el grado de inmoralidad que en sus cercanos o afiliados lo están permitiendo, en aras de una unidad religiosa, bajo el disfraz de un cristianismo falso, con “apariencia de piedad” (2 Timoteo 3:5), se está dando aval a las aberraciones más repugnantes. El apóstol Pablo dijo: ”Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, réprobos en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16).

a) El Consejo Mundial de Iglesias (CMI).

Es el ente representativo de las iglesias evangélicas (protestantes) involucradas en el Movimiento Ecuménico. Se organizó en agosto de 1948 en Ámsterdam, Holanda. Esta institución es la máxima realización del modernismo o liberalismo teológico que, en último término, es el humanismo con su panteísmo (todo es “dios”), subjetivismo (a dios hay que buscarlo en nuestro interior) y naturalismo (no existen los milagros, ni lo sobrenatural; la razón humana es la suprema autoridad en todo) introducida a la Iglesia. Su evangelio no es el de la Biblia, sino el mal llamado “evangelio social”, según el cual la tarea de la Iglesia es proveer a las necesidades materiales de los pobres y combatir la injusticia social de cualquier tipo, como fundamento necesario y anterior a la satisfacción de las necesidades espirituales del ser humano.

El Movimiento Ecuménico tiene sus raíces en el liberalismo (una posición doctrinal racionalista y antibíblica), y se sustenta en la Teología de la Liberación (ideología anticristiana cuyas doctrinas son claramente opuestas a la Biblia). Sus protagonistas generalmente no lo confiesan y declaran.

b) La Iglesia Católica Romana.

El papel que la Iglesia Católica Romana (ICR) está jugando en el Movimiento Ecuménico es muy importante, aunque al principio aparentemente se mostró renuente e incluso lo condenó. Pero a partir de Juan XXIII y el Concilio Vaticano II comenzó a interesarse crecientemente en el ecumenismo. Organizó una Secretaría para Asuntos Ecuménicos, el que en la actualidad es el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cuyo presidente es el cardenal Walter Kasper.

La Iglesia Católica Romana no es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, pero si es miembro pleno de comisiones importantes del CMI como la de Fe y Constitución; y, participa activamente de las conferencias y asambleas que el CMI organiza, como en la 9na. Asamblea realizada en Porto Alegre, Brasil, realizada del 14 al 23 de febrero del 2006. La ICR estuvo representada por dieciocho dignatarios del Vaticano, integró la comitiva el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. (7)

El ecumenismo católico romano ha sido fuertemente sostenido por el actual Papa Benedicto XVI, desde el primer día de su nombramiento, en declaraciones en que se ha comprometido a trabajar sin ahorrar energías en la RECONSTITUCIÓN de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo. Ha dicho que tiene un compromiso prioritario con la unidad de los cristianos.

El Consejo Mundial de Iglesias es el de la iniciativa del Movimiento Ecuménico, pero ahora también es el camino de regreso a Roma. A estas alturas, la Iglesia Católica es en realidad la que ha tomado el liderazgo del Movimiento.

Se vale de muchas estrategias para ello, está sumamente ocupada en lograr sus fines, que por tiempo y espacio, sólo voy a referirme a la parte espiritual de la que se está valiendo.

Por ejemplo: Con motivo de celebrarse el Centenario de la “Semana de Oración”, el Papa Benedicto XVI exhortó a los dos mil millones de cristianos del mundo a intensificar la oración por la unidad.

La celebración de la “Semana de Oración” para la unidad de los cristianos 2008 señala el centenario del comienzo del “Octavario por la Unidad de la Iglesia”, iniciada por el sacerdote anglicano Paul Wattson en 1908, en Nueva York. Desde entonces se viene realizando cada año del 18 al 25 de enero.

Esta iniciativa se ha mantenido y ha evolucionado a lo largo de los años y es a partir de 1960 que la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y el Secretariado para la Unidad de los Cristianos (actualmente Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos), vienen preparando juntos los materiales para la Semana de Oración de los Cristianos.

El tema de este año es la invitación de Pablo a los Tesalonisenses: “No ceséis de orar” (1 Ts. 5:17).

Muchos cristianos en el mundo consideran plausible esta acción, porque aparenta un “ecumenismo espiritual”; pero es importante recordar el significado que para el sacerdote de la iniciativa Paul Wattson tuvo el “Octavario para la Unidad de la Iglesia”, hoy “Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos”, para Wattson significó: oración para el retorno de las iglesias al seno de la Iglesia Católica Romana. (8)

El Dr. Nadir Carreño enfatiza: “El ecumenismo católico es muy simple: “Yo soy la Iglesia. Sólo yo tengo la plenitud de los medios de gracia, aunque por cortesía, llamo iglesias a otras comunidades. La unidad ya existe: está en mí. Vuelvan a mí y se habrá logrado el propósito del ecumenismo. En mí habrá campo para que cada denominación mantenga sus tradiciones propias”. Esto se refiere a la liturgia y a asuntos externos, muy superficiales, pero en modo alguno a las doctrinas bíblicas más básicas, tan grosera e inescrupulosamente adulteradas y negadas por la Iglesia Católica Romana, quien en su Concilio de Trento llegó a anatematizar al propio apóstol Pablo y a la inspirada Palabra de de Dios, que dice: “Porque por gracia sois salvos, por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, NO POR OBRAS, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). (9)

2. El Movimiento Carismático o Neopentecostal.

Este es otro de los movimientos actuales que desde sus propias trincheras avanza osadamente sin detenerse, completando los elementos que al Movimiento Ecuménico le hace falta. Ambos movimientos son en realidad caras de la misma moneda, David Du Plessis, conocido predicador pentecostal dijo más de una vez: “El movimiento carismático sólo seguirá siendo carismático si es ecuménico. En cuanto pierda su carácter ecuménico, perderá también su fuerza carismática”. (10)

Tres expertos españoles en teología, pastoral e historia concluyeron que el neopentecostalismo se aleja de las bases de la fe evangélica. El teólogo Bernard Coster sostiene: “Que en la medida que el neopentecostalismo sustituye a la salvación bíblica (que se explica por la cruz de Cristo y que es un acontecimiento escatológico - Col. 3:3) por experiencias salvíficas emocionales, de poder, bendición, felicidad y curación rompe, no sólo con el consenso evangélico, sino también con el fundamento profético y apostólico. En la medida que su práctica manifiesta este cambio aparecen otra doctrina de revelación, otra teología, otra cristología, otra antropología, otra soteriología y otra eclesiología, dominadas por una pneumatología sincretista que no permite discernir a los espíritus. Todo esto lo separa del movimiento evangélico.”

Julián Mellado, otro de los teólogos enfatizó: “La forma más amplia y a la vez que expresa una cierta concreción es a partir del lema de la Reforma, ‘sola Scriptura’, ‘sola gracia’, ‘sola fe’. Su tesis es que estos principios son negados por el llamado neopentecostalismo. Es más, ni siquiera es pentecostal, sino una expresión cristianizada de la metafísica que se originó en el siglo XIX.” Prefiere denominarlo “movimiento metafísico cristiano” que trata de imponer una visión mágica de la vida como expresión de la fe cristiana. (11)

a) El Movimiento de los G12 o “Visión Celular”.

Fundado por el pastor colombiano César Castellanos. Al respecto, Rolando Rincón ex-apóstol de César Castellanos dice que este movimiento tiene como 40 nombres distintos en el mundo. César Castellanos, líder máximo de la visión celular, afirma que esta “novedad” lo recibió por revelación del Espíritu Santo, como la gran propuesta para el crecimiento de la iglesia en este nuevo milenio.

Pero para teólogos y analistas cristianos críticos de esta “visión” no se ha originado en el cielo, sino que ha sido concebido en la mente del jesuita Ignacio de Loyola, perfeccionado por el megalómano José María Escrivá de Balaguer, fundador de la secta católica Opus Dei (G-12) y copiado por César Castellanos, quien con el “espíritu de la visión” está creando toda una revolución eclesiástica en el mundo. (12)

Este método fácil para el iglecrecimiento resulta fantástico y seductor para pastores, líderes e iglesias. Ha creado una sensación de “verdadera revelación”; pero cuando esta “visión”, sus métodos, doctrinas y prácticas son seriamente analizadas, tanto por sus resultados, como por las revelaciones dosificadas que sus protagonistas vienen haciendo, o por renuncia al pacto de silencio de los que salen de la visión, nos informamos de la verdadera identidad de los G12, de sus doctrinas cuestionables, prácticas y artilugios. Al fin estrategias, para ir erigiendo la superiglesia mundial apóstata.

b) El Movimiento Profético y Apostólico.

Es otro movimiento propulsor de la Iglesia Mundial, según ellos, “Dios está restaurando e introduciendo en la iglesia el ministerio y oficio apostólico y profético, y con ello, una nueva comprensión y vigencia de lo sobrenatural, como jamás se ha visto hasta ahora.”

Pedro Wagner declara: “No cabe duda de que Dios está trayendo estos cambios a la iglesia para reestructurar su gobierno y así revelar nuevas estrategias. Para lograr su objetivo de establecer el reino de Dios aquí en la tierra, está restaurando todas aquellas verdades que se habían perdido. Aquellos que se rehúsen a aceptar este fluir del Espíritu, con sus nuevas y maravillosas estrategias, a la postre dejarán de producir fruto y desaparecerán”. (13)

Guillermo Maldonado, uno de los principales apóstoles afirma: “El apóstol hoy en día debe poner fundamentos doctrinales en las iglesias, y los pastores de las mismas deben seguir esa misma línea. El apóstol está por encima del pastor o ancianos de la iglesias, y las dirige.”

Maldonado, en el más puro estilo romanista, nos está diciendo que el apóstol es el jerarca que tiene que decir, por mediación del pastor de la congregación, lo que los creyentes deben creer, y nosotros preguntamos: ¿en qué difiere esto del catolicismo romano?

Bill Hamon, uno de los principales promotores de la Nueva Reforma Apostólica dice: “Los apóstoles estamos siendo convocados para poner nuevos fundamentos para una Nueva Era; fundamentos para el amanecer de la era del Nuevo Reino. Estamos en los dolores de parto previos al nacimiento de un Nuevo Orden.”

Como podemos ver, ese hombre todavía va más lejos anunciando el surgimiento de la última y definitiva versión de la Gran Ramera: “El Nuevo Orden”, para lo cual, “los nuevos apóstoles” son absolutamente imprescindibles. Peter Wagner, el autor del lema Nueva Reforma Apostólica, con claridad meridiana expone sin titubeo alguno, mencionando un texto bíblico sacado absolutamente de su contexto, la razón de la necesidad del nuevo ministerio apostólico: “Creo que el gobierno de la iglesia está ya a punto de tomar lugar finalmente, y esto es lo que la Escritura enseña en  Efesios 2:19-20 donde se habla de la iglesia basada en el fundamento de los apóstoles y profetas, esta claro que se esta refiriendo a la línea profética venida directamente del Antiguo Testamento, cuyas profecías son infalibles y palabra de Dios hasta el día de hoy y cuando se refiere a los apóstoles obviamente se refería a aquellos hombres escogidos para establecer la iglesia de Jesucristo.