Ecumenismo: El ingrediente básico para el Nuevo Orden Mundial

Ecumenismo: El ingrediente básico para el Nuevo Orden Mundial

Juan Pablo II habló reiteradamente de la necesidad de un Nuevo Orden Mundial, cuando postulaba acerca de traer las soluciones a los problemas de este mundo. El lo dijo así:

“Para que venga la paz, es necesario un nuevo respeto hacia la ley internacional, y la creación de un “Nuevo Orden Mundial”, basado en las metas de las Naciones Unidas, (ONU)” (1) (énfasis nuestro)

 

 
Démonos cuenta de que para ese hombre que se decía representante de Dios en la tierra, la paz no puede venir sino por el respeto a las normas humanas, basándose en los objetivos de la unión de las naciones (ONU): se mire como se mire, es un mensaje absolutamente anticristiano y anticristo, ya que sólo Cristo es el que puede traer la paz a este planeta.

Su sucesor, Ratzinger, alias Benedicto XVI, está llevando este discurso y acción mucho más lejos, y hacia una concreción. La nueva diplomacia Vaticana, intercede por el imperativo de un Nuevo Orden Mundial, cuestión sentida por los pueblos y gobiernos de la época actual (2). Y esto es cierto. Las gentes buscan intuitivamente paz y seguridad. Buscan bienestar y desarrollo. Esto no es malo en sí, el problema es que lo están buscando mal. Lo buscan en el hombre y no en Dios.

El Vaticano tiene prisa en cumplir con la agenda jesuita de llevar a esta humanidad al “reino milenial”, comúnmente llamado por todos, el Nuevo Orden Mundial. La Biblia nos habla con mucha claridad de este falso reino milenial, sobretodo en el libro de Apocalipsis (ver Ap. 13), cual es el reinado de la Bestia Anticristo y de su segundo, el Falso Profeta, y que en realidad, lejos de ser “milenial”, gracias a Dios sólo durará un total de tres años y medio años (Dn.12: 11-13; Ap. 13: 5), aunque será el tiempo más devastador que ha conocido el hombre sobre la tierra (Mt. 24: 21)

Cabe señalar aquí que los verdaderos cristianos, no esperamos ese falso reino milenial, sino el verdadero Reino Milenial, el que traiga consigo el Rey de reyes y Señor de señores cuando vuelva en Su gloria (Ap. 19: 11-21)

El mundo que conocimos a raíz del final de la Segunda Guerra Mundial, y de eso hace ya casi 60 años, adolece y requiere de un cambio sustancial. Nadie en su sano juicio puede negar eso. Esa es la razón por la cual el actual jefe visible del Vaticano, Benedicto XVI, aboga como solución sin paliativos: “la construcción de un Nuevo Orden Mundial” (3), e incluso haya comentaristas que recogiendo el eco de las masas, aseguren que: “La ONU debe escuchar el mensaje del Papa cuando aboga por un Nuevo Orden Mundial” (4).
 
Pero nosotros los cristianos, sabemos que esa no es la solución, ya que el hombre no puede traer a este mundo un verdadero, santo, justo y perdurable Nuevo Orden Mundial, sino todo lo contrario, dada la naturaleza caída del ser humano y en general, su alejamiento de Cristo.
 
No obstante, el hombre moderno, dirigido por un imparable y diabólico espíritu humanista y materialista, no cesa en tratar de avanzar según sus propios pasos, buscando el levantamiento de su Nuevo Orden Internacional, siguiendo las directrices del que sin dudas será su jefe espiritual, y que tiene la capacidad de moverse en casi todos los ámbitos:

“Recientemente la Asamblea General de la ONU aprobó la creación de una mecanismo multilateral garante de la paz. En un futuro próximo la ONU también deberá tener estructuras eficientes en materia de derechos humanos, desarrollo económico y social y en materia ambiental. Son pasos para ese Nuevo Orden Mundial enunciados por el Papa Benedicto XVI>> (5) (énfasis nuestro)
 
Así pues, tengamos claro qué es lo que está ocurriendo hoy en día. El papa romano, como cabeza visible de todo un sistema de falsa religión, auspiciado desde las sombras por el General Superior de la Compañía de Jesús (Jesuitas), como así ha sido desde la concepción de ese ejército papal con su general al frente, pone sobre el tapete de la mesa internacional la extrema e ineludible necesidad de trabajar hacia el levantamiento de un Nuevo Orden Mundial. Tengamos presente todas estas cosas al ir avanzando en la exposición de ciertos hechos en este artículo.